¿Comiste mucho en año nuevo?: Esto recomienda la ciencia para aliviar la panza después de las fiestas
Algunos remedios caseros están comprobados científicamente y serán de ayuda para quienes sufran malestares por los excesos este fin de año.
“Cuidado con los excesos”, es una frase típica de los expertos en épocas de celebración, ya sea para el 18 de septiembre, en navidad, año nuevo o algún feriado especial en Chile, esta recomendación es clave; sin embargo, no todos la cumplen. Esto es lo que dice la ciencia para aliviar la panza después de las fiestas.
La indigestión, o “dispepsia funcional”, como se le conoce científicamente, es bastante común. Según indica Mayo Clinic, es un dolor de estómago “que a veces puede no estar relacionado con las comidas o puede aliviarse con las comidas”.
Los síntomas del dolor de panza por excesos corresponden a saciedad extrema, dolor o ardor en el estómago, hinchazón, eructos constantes o náuseas después de comer. Y si bien muchas personas la padecen constantemente, ya sea por razones como el colon irritable u otras, en las fiestas podría considerarse algo masivo.
Es por ello que hay quienes recurren a las hierbas u otros “trucos# después de la cena, por ejemplo. Pero no son solo un remedio de abuelita o una tradición antigua, más bien tiene bases científicas. Acá recopilamos 3 remedios caseros con bases científicas para que pruebes después de año nuevo.
1. La manzanilla
La infusión o té de manzanilla es un clásico para “bajar la comida” o aliviar la panza después de comer mucho en las fiestas, pero ¿cuáles son los fundamentos?
Un estudio de la Revista de Investigación en Información en Salud, detalla que “la manzanilla contiene principios activos que ayudan a la mejoría de algunos malestares y dolores. Actúa como un excelente desinflamante, calmante, ligeramente sedante y relajante”.
Esto porque contiene principios activos para la salud como hidratos de carbono (fructuosa, galactosa y glucosa); mucílago; ácidos grasos, vitamina C; ácidos orgánicos como el salicílico, cafeico y péptico; y alcoholes como el farnesol, geraniol y borneol.
Son estos componentes, dice el estudio, que la convierten en “protectora y reparadora de la membrana gástrica, por lo que resulta muy adecuada en todas aquellas afecciones en las que está afectado algún órgano del aparato digestivo”.
2. Comer piña
La piña es bien estudiada por la ciencia y se usa en diferentes dietas por sus nutritivas propiedades y su efecto detox. Sin embargo, también sirve para aliviar ciertos síntomas.
De hecho, un estudio reciente analizó una enzima de la piña que ayuda a la digestión. Se trata de la “bromelina”, que tiene características similares a otras enzimas presentes en los jugos gástricos.
Esta facilita y acelera la digestión de los alimentos, evitando malestares posteriores. Es por ello que los expertos recomiendan ingerirla en jugo o en trozos antes de comer o en ayunas.
El estudio incluso determinó que esta enzima puede ayudar particularmente a personas con insuficiencia pancreática, ya que reemplazaría a las enzimas digestivas que aquellas personas no pueden producir naturalmente.
3. Consumir jengibre para aliviar la panza después de las fiestas
El jengibre es un alimento que la ciencia ha respaldado desde hace años como un ayudante a la digestión. Un estudio llamado “Efecto del jengibre sobre la motilidad gástrica y síntomas de dispepsia funcional“, demuestra que acelera el vaciado gástrico, lo que alivia rápidamente los malestares, sobre todo en caso de excesos.
Para este análisis, los científicos dieron cápsulas de jengibre y cápsulas placebo a 11 pacientes con dispepsia funcional, registrando que el vaciado gástrico se dio con más rapidez en pacientes que consumieron jengibre.
“El jengibre aumentó la tasa de vaciado gástrico en pacientes con dispepsia funcional en comparación con el placebo, y que esto se asoció con una tendencia a una mayor frecuencia de contracciones antrales gástricas”, dice el paper.
A partir de allí, los expertos recomiendan consumir jengibre después de la comida o tras sentir los primeros malestares, ya sea en infusiones, en polvo con agua tibia o en trozos deshidratados.
