Proyectos especiales

Príncipe Andrés: las acusaciones de abuso de menores que recaen sobre el favorito de la reina Isabel

11 noviembre
723
3mill.

En medio de las ceremonias que despiden a la reina Isabel II, en el Reino Unido, se pudo ver constantemente al príncipe Andrés, conocido por ser el hijo favorito de la monarca, pero también por su participación en la guerra de las Malvinas, llevándose el corazón de los británicos al involucrarse en el conflicto.

El príncipe asistió con todos sus hermanos, quienes vistieron sus galas del Ejercito para ser parte de algunas de las ceremonias que se realizaron, sin embargo, Andrés no llevó el traje de militar.

Esto porque antes de que la monarca muriera se desató un escándalo de abuso sexual a menores, que terminó con el príncipe fuera de la vida pública y sin los títulos militares que ostentaba.

Pero, cuáles son las acusaciones por las que incluso un hombre le gritó insultos en medio de la vigilia de la reina Isabel II.

El caso Epstein le salpicó al Príncipe Andrés

Todo era tranquilo, hasta que en julio de 2019 a Jeffrey Epstein, un hombre de pelo cano y amigos influyentes como Donald Trump, Bill Clinton, Kevin Spacey y el príncipe Andrés, lo detuvieron en Palm Beach, Miami.

Estuvo desde 2004 en la mira de la policía, quienes vieron cómo atraía a menores de edad para pagarle entre 200 y 300 dólares a cambio de masajes que pronto terminarían en abuso y violaciones.

Se mantuvo fuera de la cárcel por años, gracias a tener acceso a contratar a los mejores abogados de Estados Unidos, y a sus amigos influyentes, sin embargo, la ley cayó sobre él, fue a la cárcel y luego se suicidó, en agosto de 2019.

El testimonio de casi 80 mujeres dio luces de lo que realmente hizo Epstein y su cómplice, Ghislaine Maxwell. Uno de los que más resonó fue el de Virginia Giuffre, una mujer que conoció a Epstein, sus amigos y al Príncipe Andrés, siendo todavía una adolescente de 17 años.

Su testimonio salpicó directamente al favorito de la Reina. De acuerdo El Mundo, la forzaron a tener relaciones sexuales con el Duque de York, una vez en Londres y luego en Nueva York, cuando tenía 17 años, y una última vez en una orgía de la que también participó Epstein, cuando ella tenía 18 años.

“Él sabe exactamente lo que ha hecho y espero que sea claro sobre ello”, mencionó la víctima en su declaración en la Corte Federal de Manhattan, destacó Vanity Fair.

Esa acusación comenzaría a destruir la reputación del Príncipe Andrés, quien consideró una buena opción entregar una entrevista a la televisión, sin siquiera pensar en las consecuencias que esto traería.

La entrevista que lo condenó

Newsnight -de la cadena BBC- fue el programa de televisión donde el príncipe Andrés brindó su última entrevista, la que tenía por objetivo limpiar su imagen, aunque resultó todo lo contrario.

La periodista Emily Maitlis condujo la conversación, en la que el príncipe reconoció su amistad con Jeffrey Epstein y negó las acusaciones de Virginia Giuffre, indicando que la noche en la que ella afirmaba haber sido abusado, él llevó a su hija, la princesa Beatriz, a una fiesta infantil en Pizza Express.

Sin embargo, sus respuestas no sirvieron de nada ante la opinión pública, esto por su actitud titubeante y el evidente nerviosismo ante las preguntas de la periodista.

Pero no fue solo eso. También puso en duda la imagen que expuso Virginia, donde se les ve a los dos posando ante la cámara, indicando que el retrato pudo estar manipulado y que siempre había mucha gente en las fiestas de Epstein.

Vanity Fair rescató que Andrés también indicó que no estaba al tanto de que Epstein, su amigo, mantuviera una red de abuso y tráfico sexual y menos haberlo sospechado, aunque viajó en el avión de éste, denominado “Lolita Express”.

La Casa Real insistía en su inocencia, pero el público dudaba de las palabras del Príncipe, quien en vez de salvar su imagen, solo generó más preguntas respecto de su amistad con Epstein y qué ocurría cuando estaban juntos, porque sencillamente dejó demasiados cabos sueltos.

Mark Stephens, quien representó a James Hewitt tras su supuesta aventura con la princesa Diana, señaló “si hubiera guardado silencio, habría podido permanecer fuera del caso, ya que es testigo y tiene derecho a inmunidad diplomática”, asegurando que la entrevista había sido un error.

Adiós a la vida pública

Tras este episodio, el príncipe Andrés se restó de todas las actividades públicas que realizaba como miembro de la familia real. La misma corona emitió el comunicado indicando que se retiraba de todos los deberes públicos que conlleva su cargo en el futuro inmediato.

Ser apartado de la familia real tuvo consecuencias, no solo para él, sino que también para las organizaciones con las que trabajaba.

British Telecom, un gigante de las comunicaciones en Reino unido, quitó su apoyo al proyecto Pitch@Palace, que dirigía el príncipe.

“Ha quedado claro en los últimos días que las circunstancias en torno a mi anterior relación con Jeffrey Epstein se han convertido en un grave factor distorsionador en el trabajo de la familia real y en el valioso trabajo de muchas organizaciones y proyectos caritativos en los que participo”, señaló la compañía en su comunicado.

Para agosto de 2021, cuando Andrés ya no era parte de la vida pública de la realeza e incluso fuera apartado de las fotografías oficiales del matrimonio de su hija Beatriz, Giuffre presentó una demanda en su contra en un tribunal federal de Manhattan, Nueva York, en la que reiteró sus acusaciones, informó The New York Times.

Aunque los abogados del príncipe intentaron desestimar el caso, el 12 de enero de este año un juez permitió que la demanda procediera y esto fue lo que terminó con los propósitos judiciales del príncipe Andrés.

El castigo de la Reina para el Príncipe Andrés

Ser el hijo favorito de la reina Isabel II no impidió que la misma corona lo castigara debido a las acusaciones que enfrentó.

Una vez que el juez permitiera que el caso procediera, el Palacio de Buckigham anunció que las afiliaciones militares y los patrocinios reales del príncipe Andrés eran devueltos a la reina y él continuaría apartado de sus funciones públicas.

Por eso es que en el cortejo que realizaron tras el féretro de su madre, era el único de los hermanos que no llevaba uniforme militar.

Respecto de la acusación, en febrero de este año se anunció que Victoria Giffre, la víctima, y el príncipe Andrés llegaron a un acuerdo extrajudicial para zanjar la demanda, explicó El País.

Aunque la cantidad que el príncipe Andrés le pagó a Victoria para terminar con la demanda es reservada, se especula que podría ascender a más 14 millones de euros. Parte de este dinero pudo haber salido de las mismas arcas de la reina Isabel.

Según señaló el citado medio, “el duque de York ‘tiene la intención de hacer una donación sustancial’ a la organización fundada por la demandante, Victims Refuse Silence (Las víctimas rechazan el silencio), que ayuda a supervivientes de abuso sexual a contar su historia”.

Los rumores señalaban que la reina Isabel II se quedaría tranquila si el príncipe lograra cerrar el caso en un acuerdo extrajudicial, por lo que ayudó a su hijo antes de que el juicio se transformara en un dolor de cabeza aún más fuerte para la familia real.

El duque de York después de la muerte de Isabel

Una vez que se anunció la muerte de la reina Isabel II, el pasado 8 de septiembre, el duque de York volvió a aparecer en público luego de meses en silencio.

Primero fue en compañía de sus hijas Beatriz, Eugenia y otros miembros de la familia real, cuando salió a agradecer las muestras de cariño de la gente hacia su madre y su legado.

Luego, hizo lo propio en los diversos actos en los que han rendido homenaje a su madre. Fue precisamente en plena procesión, hacia la catedral de San Giles, cuando un joven de 22 años le gritó desde la multitud “Andrés, viejo enfermo”, recordando las acusaciones al príncipe.

El joven fue detenido inmediatamente por la policía, cuyos efectivos lo sacaron del lugar mientras continuaba gritando a la multitud agolpada para ver pasar el féretro de la reina.

Pero el príncipe Andrés también tendrá otra tarea luego de la muerte de su madre, ya que junto a su exesposa Sarah Fergunson, se harán cargo de los perros corgis de la reina.

Un portavoz del príncipe confirmó que serán ellos los encargados que cuidar a Muick y Sandy, los dos animales que acompañaban la reina Isabel II. Andrés y Sara, aunque están separados, mantienen una muy buena relación, por lo que estarán a cargo del cuidado de los canes.




Proyectos especiales

Príncipe Andrés: las acusaciones de abuso de menores que recaen sobre el favorito de la reina Isabel

11 noviembre
723
3mill.

En medio de las ceremonias que despiden a la reina Isabel II, en el Reino Unido, se pudo ver constantemente al príncipe Andrés, conocido por ser el hijo favorito de la monarca, pero también por su participación en la guerra de las Malvinas, llevándose el corazón de los británicos al involucrarse en el conflicto.

El príncipe asistió con todos sus hermanos, quienes vistieron sus galas del Ejercito para ser parte de algunas de las ceremonias que se realizaron, sin embargo, Andrés no llevó el traje de militar.

Esto porque antes de que la monarca muriera se desató un escándalo de abuso sexual a menores, que terminó con el príncipe fuera de la vida pública y sin los títulos militares que ostentaba.

Pero, cuáles son las acusaciones por las que incluso un hombre le gritó insultos en medio de la vigilia de la reina Isabel II.

El caso Epstein le salpicó al Príncipe Andrés

Todo era tranquilo, hasta que en julio de 2019 a Jeffrey Epstein, un hombre de pelo cano y amigos influyentes como Donald Trump, Bill Clinton, Kevin Spacey y el príncipe Andrés, lo detuvieron en Palm Beach, Miami.

Estuvo desde 2004 en la mira de la policía, quienes vieron cómo atraía a menores de edad para pagarle entre 200 y 300 dólares a cambio de masajes que pronto terminarían en abuso y violaciones.

Se mantuvo fuera de la cárcel por años, gracias a tener acceso a contratar a los mejores abogados de Estados Unidos, y a sus amigos influyentes, sin embargo, la ley cayó sobre él, fue a la cárcel y luego se suicidó, en agosto de 2019.

El testimonio de casi 80 mujeres dio luces de lo que realmente hizo Epstein y su cómplice, Ghislaine Maxwell. Uno de los que más resonó fue el de Virginia Giuffre, una mujer que conoció a Epstein, sus amigos y al Príncipe Andrés, siendo todavía una adolescente de 17 años.

Su testimonio salpicó directamente al favorito de la Reina. De acuerdo El Mundo, la forzaron a tener relaciones sexuales con el Duque de York, una vez en Londres y luego en Nueva York, cuando tenía 17 años, y una última vez en una orgía de la que también participó Epstein, cuando ella tenía 18 años.

“Él sabe exactamente lo que ha hecho y espero que sea claro sobre ello”, mencionó la víctima en su declaración en la Corte Federal de Manhattan, destacó Vanity Fair.

Esa acusación comenzaría a destruir la reputación del Príncipe Andrés, quien consideró una buena opción entregar una entrevista a la televisión, sin siquiera pensar en las consecuencias que esto traería.

La entrevista que lo condenó

Newsnight -de la cadena BBC- fue el programa de televisión donde el príncipe Andrés brindó su última entrevista, la que tenía por objetivo limpiar su imagen, aunque resultó todo lo contrario.

La periodista Emily Maitlis condujo la conversación, en la que el príncipe reconoció su amistad con Jeffrey Epstein y negó las acusaciones de Virginia Giuffre, indicando que la noche en la que ella afirmaba haber sido abusado, él llevó a su hija, la princesa Beatriz, a una fiesta infantil en Pizza Express.

Sin embargo, sus respuestas no sirvieron de nada ante la opinión pública, esto por su actitud titubeante y el evidente nerviosismo ante las preguntas de la periodista.

Pero no fue solo eso. También puso en duda la imagen que expuso Virginia, donde se les ve a los dos posando ante la cámara, indicando que el retrato pudo estar manipulado y que siempre había mucha gente en las fiestas de Epstein.

Vanity Fair rescató que Andrés también indicó que no estaba al tanto de que Epstein, su amigo, mantuviera una red de abuso y tráfico sexual y menos haberlo sospechado, aunque viajó en el avión de éste, denominado “Lolita Express”.

La Casa Real insistía en su inocencia, pero el público dudaba de las palabras del Príncipe, quien en vez de salvar su imagen, solo generó más preguntas respecto de su amistad con Epstein y qué ocurría cuando estaban juntos, porque sencillamente dejó demasiados cabos sueltos.

Mark Stephens, quien representó a James Hewitt tras su supuesta aventura con la princesa Diana, señaló “si hubiera guardado silencio, habría podido permanecer fuera del caso, ya que es testigo y tiene derecho a inmunidad diplomática”, asegurando que la entrevista había sido un error.

Adiós a la vida pública

Tras este episodio, el príncipe Andrés se restó de todas las actividades públicas que realizaba como miembro de la familia real. La misma corona emitió el comunicado indicando que se retiraba de todos los deberes públicos que conlleva su cargo en el futuro inmediato.

Ser apartado de la familia real tuvo consecuencias, no solo para él, sino que también para las organizaciones con las que trabajaba.

British Telecom, un gigante de las comunicaciones en Reino unido, quitó su apoyo al proyecto Pitch@Palace, que dirigía el príncipe.

“Ha quedado claro en los últimos días que las circunstancias en torno a mi anterior relación con Jeffrey Epstein se han convertido en un grave factor distorsionador en el trabajo de la familia real y en el valioso trabajo de muchas organizaciones y proyectos caritativos en los que participo”, señaló la compañía en su comunicado.

Para agosto de 2021, cuando Andrés ya no era parte de la vida pública de la realeza e incluso fuera apartado de las fotografías oficiales del matrimonio de su hija Beatriz, Giuffre presentó una demanda en su contra en un tribunal federal de Manhattan, Nueva York, en la que reiteró sus acusaciones, informó The New York Times.

Aunque los abogados del príncipe intentaron desestimar el caso, el 12 de enero de este año un juez permitió que la demanda procediera y esto fue lo que terminó con los propósitos judiciales del príncipe Andrés.

El castigo de la Reina para el Príncipe Andrés

Ser el hijo favorito de la reina Isabel II no impidió que la misma corona lo castigara debido a las acusaciones que enfrentó.

Una vez que el juez permitiera que el caso procediera, el Palacio de Buckigham anunció que las afiliaciones militares y los patrocinios reales del príncipe Andrés eran devueltos a la reina y él continuaría apartado de sus funciones públicas.

Por eso es que en el cortejo que realizaron tras el féretro de su madre, era el único de los hermanos que no llevaba uniforme militar.

Respecto de la acusación, en febrero de este año se anunció que Victoria Giffre, la víctima, y el príncipe Andrés llegaron a un acuerdo extrajudicial para zanjar la demanda, explicó El País.

Aunque la cantidad que el príncipe Andrés le pagó a Victoria para terminar con la demanda es reservada, se especula que podría ascender a más 14 millones de euros. Parte de este dinero pudo haber salido de las mismas arcas de la reina Isabel.

Según señaló el citado medio, “el duque de York ‘tiene la intención de hacer una donación sustancial’ a la organización fundada por la demandante, Victims Refuse Silence (Las víctimas rechazan el silencio), que ayuda a supervivientes de abuso sexual a contar su historia”.

Los rumores señalaban que la reina Isabel II se quedaría tranquila si el príncipe lograra cerrar el caso en un acuerdo extrajudicial, por lo que ayudó a su hijo antes de que el juicio se transformara en un dolor de cabeza aún más fuerte para la familia real.

El duque de York después de la muerte de Isabel

Una vez que se anunció la muerte de la reina Isabel II, el pasado 8 de septiembre, el duque de York volvió a aparecer en público luego de meses en silencio.

Primero fue en compañía de sus hijas Beatriz, Eugenia y otros miembros de la familia real, cuando salió a agradecer las muestras de cariño de la gente hacia su madre y su legado.

Luego, hizo lo propio en los diversos actos en los que han rendido homenaje a su madre. Fue precisamente en plena procesión, hacia la catedral de San Giles, cuando un joven de 22 años le gritó desde la multitud “Andrés, viejo enfermo”, recordando las acusaciones al príncipe.

El joven fue detenido inmediatamente por la policía, cuyos efectivos lo sacaron del lugar mientras continuaba gritando a la multitud agolpada para ver pasar el féretro de la reina.

Pero el príncipe Andrés también tendrá otra tarea luego de la muerte de su madre, ya que junto a su exesposa Sarah Fergunson, se harán cargo de los perros corgis de la reina.

Un portavoz del príncipe confirmó que serán ellos los encargados que cuidar a Muick y Sandy, los dos animales que acompañaban la reina Isabel II. Andrés y Sara, aunque están separados, mantienen una muy buena relación, por lo que estarán a cargo del cuidado de los canes.

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